Eduardo Fernández y Ofelia Giselle Wilhelm son sus padres, su hermana Giselle, hoy médica, vive en La Plata, en la casa de la infancia, con la madre. El padre, ya fallecido, era un mediano empresario de colectivos. La madre, una dirigente gremial del Ministerio de Economía de La Plata. Fue un matrimonio mixto: él radical, ella peronista.
2007 Presidente de Argentina
2001- 2005: Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz
1998: Convencional Provincial Constituyente en la provincia de Santa Cruz.
1997-2001: Diputada Nacional por la provincia de Santa Cruz.
1995-1997: Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz (renuncia a su cargo para asumir como Diputada Nacional)
1995: Diputada Provincial reelecta (renuncia a su cargo para asumir como Senadora Nacional).
1994: Convencional Nacional Constituyente por Santa Cruz.
1993: Diputada Provincial reelecta.
1989: Diputada Provincial en la provincia de Santa Cruz.
Cargos partidarios
2004: Presidente del Congreso del Partido Justicialista.
1995: Congresal Nacional del Partido Justicialista.
1985: Congresal del Partido Justicialista.
Cargos Legislativos:
2001- 2005: Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del H. Senado de la Nación.
1997-2001: Vicepresidenta de la Comisión de Educación de la H. Cámara de Diputados de la Nación.
2000: Vicepresidenta segunda de la Comisión Especial Investigadora sobre hechos ilícitos vinculados con el lavado de dinero de la H. Cámara de Diputados de la Nación.
1999: Presidente de la Comisión Bicameral Especial de Seguimiento de los Atentados a la Embajada de Israel y al Edificio de la AMIA. (septiembre-diciembre)
1990: Vicepresidenta 1ª Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz.
1989-1995: Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Poderes y Reglamentos de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz.
Explorar: Relaciones con la colonia judia
Discurso de asunción de la Presidencia Argentina: Dirigiendose al Ex-Presidente y esposo -"Puede tal vez parecer una paradoja, pero la diferencia de 22,25 puntos porcentuales que nuestra fuerza obtuvo con la que salió en segundo término, son casi los mismos 22,24 puntos que usted, Presidente, obtuvo por todo concepto en las elecciones de abril de 2003.
Usted, sentado en este mismo lugar, con más desocupados que votos, se propuso dar término a dos mandatos constitucionales: el que había sido iniciado el 10 de diciembre de 1999 por imperio de la voluntad popular y el que se había iniciado un 2 de enero por voluntad de esta misma Asamblea Legislativa, luego de los trágicos sucesos del 2001."
El libro destaca que la estética siempre fue una preocupación de Cristina Fernández -“me pinto como una puerta desde los 14 años”, ha confesado-. Tema que se ha potenciado o ha quedado más expuesto desde que se transformó en primera dama -o primera ciudadana, como prefiere que le digan-. El cambio inicial más visible fue en el peinado, al desaparecer su histórico flequillo. Pero “aparte del cabello, el cambio en el rostro y su figura fue a partir de entonces notable, y no faltó quien deslizara que algo se había hecho -se señala-. En realidad, lo que hizo fue bajar notablemente de peso. En rigor, siempre se cuidó, porque no le gusta estar gorda. Siempre fue delgada, pero ante la certeza de que los años traerían más kilos a su figura, se obsesionó por la gimnasia y la cinta. Trata de hacer aerobics todos los días y cinta tres veces por semana
26 de julio de 1982 y venía de realizar una pegatina por el acto de homenaje a Evita. El accidente lo protagonizó manejando su auto por las calles congeladas y resbalosas de Río Gallegos. Una maniobra en falso, un volantazo, una feroz patinada y la oscuridad total luego del estruendo del choque. No recuerda más, sólo que en el hospital pedía un espejo."Parecía muerta, te juro. Cuando estaba en la sala de operaciones del hospital, toda destruida, lo único que dije fue: tráiganme un espejo, quiero un espejo. Qué loca, el médico no entendía de qué le hablaba. Yo lo único que quería ver era cómo me quedó mi cara y me había salvado de casualidad."–Señora, está muy linda, no se preocupe. Sólo tiene un golpe fuerte a la altura del ojo izquierdo.
¿Qué quieren? ¿Que hagamos el amor al aire libre y así se convencen de que no estamos separados? –dice, espantando rumores de distancias o peleas maritales.
Dejó de hablarle un mes a su madre porque se atrevió a darle un reportaje a una revista
El chiste alguna vez le causó gracia a Cristina Fernández: Bill Clinton y Hillary paran con su auto en una estación de servicio, y el empleado que los atiende resulta ser el primer novio de ella. Cuando se van, Bill le dice a Hillary: ''¿Qué serías vos, hoy, si te hubieras casado con éste?'' Y ella, displicente y sin mirarlo, contesta: ''Naturalmente, Primera Dama''.
''Me pierden las carteras'' Sin duda, y casi descriptivamente, la mujer más importante en la historia del peronismo después de Eva. Alguna vez Cristina K. dijo: ''Mi Eva es crispada, combativa, sin concesiones''. Deberá recordarlo, si de verdad la suya será la etapa de la redistribución de la riqueza. (5)
Mejor oradora que él, amén de desenvolverse mejor en la esfera mediática, pese a rehuir el contacto directo con la prensa-, y que sin duda encontraba muy atractiva la perspectiva de verse convertida en primera dama de la nación, aunque luego ella iba a pedir que se la llamara "primera ciudadana" o simplemente "senadora", fórmulas de tratamiento con las que pretendía subrayar su condición política diferenciada, no dependiente, aunque tampoco disociada, de las fortunas política de su esposo. En apariencia, el matrimonio Fernández-Kirchner era una sociedad que funcionaba en lo conyugal y también en lo político, terreno abonado para una relación sinérgica que estimulaba las carreras respectivas. (6)
Buscaba la notoriedad, pero sin dejar de controlar férreamente hasta el último detalle de sus apariciones públicas, lo que pasaba por el cuidado personal de su indumentaria y aspecto físico –adicta a los cosméticos, como no tuvo ambages en reconocer, ella misma decidía el maquillaje, el peinado, la ropa y los caros complementos que tenía que llevar en cada ocasión, sin el concurso de un asesor de imagen-, la exigencia de las fórmulas de presentación y tratamiento que le agradaban –el nombre Cristina Kirchner, sin el apellido de soltera, y el epíteto de primera dama estaban vetados en sus aforos- y una terca negativa a conceder entrevistas o reportajes, política de comunicación que no difería de la practicada por su esposo. Tanto protagonismo, no tardó en alentar la sospecha de que la inquieta primera dama albergaba ambiciones políticas del más alto calado. (6)
Habitualmente, Fernández se dirigía a su marido como "presidente" o "Kirchner", y no le tuteaba. Con mayor razón, no había manifestaciones de cariño en público, que a ella le parecerían aún más negativas para su imagen política independiente. De todas maneras, Fernández aunaba la triple condición de senadora, primera dama y principal asesora y confidente del presidente, tenía su propio despacho en la Casa Rosada, en frente del de su marido, y se hacía notar en casi todas las reuniones del Gobierno. El dúo marchaba muy bien y ella, en una de sus raras entrevistas, iba a afirmar: "Hemos funcionado simbióticamente desde siempre. Cada uno ejerce su función". (6)
"... En su emocional discurso de lanzamiento, entre vítores de la audiencia pero sin el menor rastro de la vieja estética peronista, Fernández incidió en las "tres construcciones" sobre las que se había basado el Gobierno de Kirchner y que habrían de ser también las bases del suyo, a saber: la "reconstrucción del Estado constitucional democrático", lo que había supuesto dejar atrás el sometimiento del Legislativo a la "presión" del FMI, el poder empresarial corrupto y los militares; la del "modelo de acumulación e inclusión social", que era la "contracara de la economía de transferencia de recursos y riquezas que operó durante el modelo neoliberal de los años noventa"; y la "construcción cultural", para recuperar la "autoestima" perdida, lo que exigiría fuertes inversiones públicas en educación e innovación tecnológica. La candidata cerró su alocución con mensajes de agradecimiento al presidente: "Permítame decirle que a esa autoestima que usted les devolvió a los argentinos también acaba de darle un gesto personal político sin precedentes. No es común en los tiempos que corren, ni en Argentina ni en el mundo, que alguien con más del 70 por ciento de opinión positiva, con más del 50 por ciento de intención de voto, y con las posibilidades de seguir, decida no hacerlo, no es común, no es común". ..." (6)
Debe resolver el largo y acerbo conflicto con el vecino Uruguay por la construcción de una planta papelera en el lado uruguayo del río Paraná que, según el Gobierno argentino, era un peligro para el medio ambiente. (6)
"Subrayó la importancia que el próximo Gobierno pensaba dar a las relaciones internacionales al anunciar una profundización en la "complementación económica" con los países del MERCOSUR y evocar su "sueño" de "imponer la marca Argentina en el mundo, con que nuestros empresarios puedan colocar más y mejor sus productos en el exterior". (6)
Es brava –dicen otras, y hay quien recuerda que en 2005, cuando lanzó su candidatura de senadora virtual por la provincia de Buenos Aires, se enojó porque el cartel del teatro de la Plata decía “Cristina Kirchner”: —No soy Cristina Kirchner. Soy Cristina Fernández de Kirchner o simplemente Cristina. Ténganlo en cuenta la próxima vez –dijo al final de su discurso. (8)
Cristina declara, bajo juramento, poseer 28 propiedades (21 en Río Gallegos, 5 en El Calafate y 2 en la Capital) incluyendo los terrenos fiscales asignados por el intendente Méndez a $ 7,50 el metro cuadrado. Posee también dos Honda, un Civic EX modelo 2001 y un 4x4 CRV modelo 2002. Vive con su salario de 4.893 pesos como senadora y, pobre, no tiene nada en la caja de ahorros ni plata en efectivo. (9)
Capacidad de mando, que sin duda posee, con habilidad para establecer alianzas, algo de lo que parece que carece dado su carácter vehemente. (10)
Sus críticos, que se cuentan por decenas expresan que la irascible platense es una pésima negociadora, incapaz de apagar el rencor cuando se ha encendido. No es buena negociadora, es verdad. En rigor, jamás consideró que esa fuera una función que le correspondiera. Desde sus tiempos de legisladora provincial, siempre se manejó con objetivos bien concreto que tenían la generación de poder como fin primordial, y en ese marco no tenía necesidad de hacer concesiones ni entrar en componendas. Su esposo siempre contó con ella como mascarón de proa para embestir contra sus enemigos, guardándose para sí mismo la función contemporizadora.(11)
Aliensombra
http://www.diarioprovincia.com/generico.php?fuente=elecciones2007/cristina_kirchner_biografia.htm
http://www.cristina.com.ar/cristina.php
http://parlamentario.com/noticia-3470.html
http://www.noticias.uol.com.ar/edicion_1503/nota_00.htm
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-43325-2004-11-08.html
(5) http://www.bitacora.com.uy/noticia_1171_1.html
(7) http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3230
(8) http://ar.geocities.com/ciudadanosalerta/kirchner/cristina.html
(9)http://ar.geocities.com/ciudadanosalerta/kirchner/cristina.html