Presidente de Argentina desde el 2007. Cristina Elizabet Fernandez Wilhelm, nacio el 19 de febrero de 1953. "Infancia y adolescencia en La Plata y en Tolosa, un par de novios y, sobre todo, antes que nada, la efervescencia de esa ciudad en la que a Cristina K. le tocó vivir y estudiar." (5) Rafael Cafferata fue su primer novio. En Santa Cruz le decian "la Lupina" porque la gobernador Nestor Kirchner le decian "el Lupino".
Eduardo Fernández y Ofelia Giselle Wilhelm son sus padres, su hermana Giselle, hoy médica, vive en La Plata, en la casa de la infancia, con la madre. El padre, ya fallecido, era un mediano empresario de colectivos. La madre, una dirigente gremial del Ministerio de Economía de La Plata. Fue un matrimonio mixto: él radical, ella peronista.
La primaria de Cristina fue en una escuela del estado. La secundaria en el colegio Monjas de la Misericordia . Sobre el final de su adolescencia -en esa época fumaba casi un paquete de cigarros por día- se hizo aficionada al rugby. Al conocer a un adolescente del Colegio San Luis, quien le mostró un ambiente social que ella, de una clase media barrial, no había transitado antes. Se caso el 9 de marzo de 1975, sólo por civil. lo conoció, como es sabido, en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata. El sureño Néstor Kirchner, tres años mayor, era entonces militante de la FURN (Federación Universitaria Revolución Nacional). Cristina Fernández adhería, desde una agrupación paralela, con un compromiso mucho menor. La FURN se disolvió en 1973, cuando se produjo la fusión de FAR y Montoneros. En verdad, ni Cristina ni su novio tuvieron una militancia vinculada en forma directa a las organizaciones guerrilleras y, más aun, hay quien dice que ella casi no tuvo militancia política en la facultad. Él estaba totalmente borracho cuando los presentaron.
Seis meses de noviazgo, casamiento y casa alquilada en City Bell. La pareja Kirchner deja la militancia, iniciando un periodo sin política que durará hasta comienzos de los 80. El golpe de 1976 los encuentra en La Plata. En julio se mudan a Río Gallegos. Tres años más tarde nace su primer hijo Máximo en 1977, y ella vuelve a La Plata para rendir las últimas tres materias y recibirse de abogada, su otra hija se lllama Florencia. "Para hacer política hace falta plata y yo quiero hacer política" es una frase que le atribuye una amiga de esos años a Cristina Fernandez.
Comenzó su carrera legislativa cuando ascendió Carlos Menem, en 1989. Fue primero diputada provincial, reelecta en 1993 y 1995, cuando renunció para convertirse en senadora nacional, aunque ya en 1994 había saltado a la Nación, como convencional constituyente por Santa Cruz. Su primera senaduría quedó trunca, porque cambió de Cámara. Cumplió el mandato de cuatro años como diputada nacional y finalme
nte en 2001 volvió a ser elegida senadora por Santa Cruz, mandato que completará en diciembre.
En 1992 Cristina Fernández de Kirchner hizo aprobar en la Legislatura santacruceña una declaración que, con su firma, exigía al Congreso la urgentísima privatización de YPF.
En la Casa Rosada, que ella utilizaba sin día fijo, preferentemente lunes y viernes, para celebrar reuniones o para estudiar. Nunca antes un senador había tenido un despacho en la sede del Poder Ejecutivo: esta clase de matrimonios no cabía en la imaginación de los constituyentes de 1853 cuando diseñaron la independencia de poderes. Un alto funcionario, con tono risueño, explica: "Primero, el despacho es muy chico; segundo, no es de una senadora sino de la primera dama". "No se engañe, el que manda es él". Explican las fuentes que en este matrimonio peculiar -ella le dice "hola Kirchner" cuando hablan por teléfono, aunque ciertamente no es eso lo más peculiar-, como en todos, hay matices de personalidad e ideológicos. Dicen que Cristina es más cautelosa frente a los poderes reales, más sosegada.
No hay quien no diga -entre quienes la conocen- por lo menos dos cosas de Cristina Kirchner: que es muy trabajadora y que es muy capaz. Lo interesante es que, con esas mismas palabras, la reconocen sus íntimos amigos, sus adversarios y sus enemigos, si bien estos últimos agregan un tercer adjetivo: temible. Dos personas allegadas a ella que ocupan importantes cargos públicos y que pidieron no ser mencionadas la describieron, también, como muy soberbia -una la justificó, como si el poder, la inteligencia y la soberbia fuesen un combo indisoluble- cuando se les requirió que mencionaran algún defecto de su amiga, una opinión no muy distinta de la que se puede recoger en el bloque de senadores justicialistas.
Durante una sesión: habla por celular, se levanta de la banca, camina, le grita al senador que está haciendo uso de la palabra, gesticula, reprueba sin sutilezas. Su blanco principal es Eduardo Menem, con quien cultiva una profunda enemistad. Pero se lleva bien con sus colegas María Laura Leguizamón, Marita Perceval y, sobre todo, con Vilma Ibarra.
Cargos públicos de Cristina Fernandez:
2007 Presidente de Argentina
2005: Senadora Nacional por la provincia de Buenos Aires
2001- 2005: Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz
1998: Convencional Provincial Constituyente en la provincia de Santa Cruz.
1997-2001: Diputada Nacional por la provincia de Santa Cruz.
1995-1997: Senadora Nacional por la provincia de Santa Cruz (renuncia a su cargo para asumir como Diputada Nacional)
1995: Diputada Provincial reelecta (renuncia a su cargo para asumir como Senadora Nacional).
1994: Convencional Nacional Constituyente por Santa Cruz.
1993: Diputada Provincial reelecta.
1989: Diputada Provincial en la provincia de Santa Cruz.
Cargos partidarios
2004: Presidente del Congreso del Partido Justicialista.
1995: Congresal Nacional del Partido Justicialista.
1985: Congresal del Partido Justicialista.
Cargos Legislativos:
2001- 2005: Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del H. Senado de la Nación.
1997-2001: Vicepresidenta de la Comisión de Educación de la H. Cámara de Diputados de la Nación.
2000: Vicepresidenta segunda de la Comisión Especial Investigadora sobre hechos ilícitos vinculados con el lavado de dinero de la H. Cámara de Diputados de la Nación.
1999: Presidente de la Comisión Bicameral Especial de Seguimiento de los Atentados a la Embajada de Israel y al Edificio de la AMIA. (septiembre-diciembre)
1990: Vicepresidenta 1ª Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz.
1989-1995: Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Poderes y Reglamentos de la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz.
Explorar: Relaciones con la colonia judia
Discurso de asunción de la Presidencia Argentina: Dirigiendose al Ex-Presidente y esposo -"Puede tal vez parecer una paradoja, pero la diferencia de 22,25 puntos porcentuales que nuestra fuerza obtuvo con la que salió en segundo término, son casi los mismos 22,24 puntos que usted, Presidente, obtuvo por todo concepto en las elecciones de abril de 2003.
Usted, sentado en este mismo lugar, con más desocupados que votos, se propuso dar término a dos mandatos constitucionales: el que había sido iniciado el 10 de diciembre de 1999 por imperio de la voluntad popular y el que se había iniciado un 2 de enero por voluntad de esta misma Asamblea Legislativa, luego de los trágicos sucesos del 2001."
El libro destaca que la estética siempre fue una preocupación de Cristina Fernández -“me pinto como una puerta desde los 14 años”, ha confesado-. Tema que se ha potenciado o ha quedado más expuesto desde que se transformó en primera dama -o primera ciudadana, como prefiere que le digan-. El cambio inicial más visible fue en el peinado, al desaparecer su histórico flequillo. Pero “aparte del cabello, el cambio en el rostro y su figura fue a partir de entonces notable, y no faltó quien deslizara que algo se había hecho -se señala-. En realidad, lo que hizo fue bajar notablemente de peso. En rigor, siempre se cuidó, porque no le gusta estar gorda. Siempre fue delgada, pero ante la certeza de que los años traerían más kilos a su figura, se obsesionó por la gimnasia y la cinta. Trata de hacer aerobics todos los días y cinta tres veces por semana
26 de julio de 1982 y venía de realizar una pegatina por el acto de homenaje a Evita. El accidente lo protagonizó manejando su auto por las calles congeladas y resbalosas de Río Gallegos. Una maniobra en falso, un volantazo, una feroz patinada y la oscuridad total luego del estruendo del choque. No recuerda más, sólo que en el hospital pedía un espejo."Parecía muerta, te juro. Cuando estaba en la sala de operaciones del hospital, toda destruida, lo único que dije fue: tráiganme un espejo, quiero un espejo. Qué loca, el médico no entendía de qué le hablaba. Yo lo único que quería ver era cómo me quedó mi cara y me había salvado de casualidad."–Señora, está muy linda, no se preocupe. Sólo tiene un golpe fuerte a la altura del ojo izquierdo.
¿Qué quieren? ¿Que hagamos el amor al aire libre y así se convencen de que no estamos separados? –dice, espantando rumores de distancias o peleas maritales.
Dejó de hablarle un mes a su madre porque se atrevió a darle un reportaje a una revista
El chiste alguna vez le causó gracia a Cristina Fernández: Bill Clinton y Hillary paran con su auto en una estación de servicio, y el empleado que los atiende resulta ser el primer novio de ella. Cuando se van, Bill le dice a Hillary: ''¿Qué serías vos, hoy, si te hubieras casado con éste?'' Y ella, displicente y sin mirarlo, contesta: ''Naturalmente, Primera Dama''.
''Me pierden las carteras'' Sin duda, y casi descriptivamente, la mujer más importante en la historia del peronismo después de Eva. Alguna vez Cristina K. dijo: ''Mi Eva es crispada, combativa, sin concesiones''. Deberá recordarlo, si de verdad la suya será la etapa de la redistribución de la riqueza. (5)
Mejor oradora que él, amén de desenvolverse mejor en la esfera mediática, pese a rehuir el contacto directo con la prensa-, y que sin duda encontraba muy atractiva la perspectiva de verse convertida en primera dama de la nación, aunque luego ella iba a pedir que se la llamara "primera ciudadana" o simplemente "senadora", fórmulas de tratamiento con las que pretendía subrayar su condición política diferenciada, no dependiente, aunque tampoco disociada, de las fortunas política de su esposo. En apariencia, el matrimonio Fernández-Kirchner era una sociedad que funcionaba en lo conyugal y también en lo político, terreno abonado para una relación sinérgica que estimulaba las carreras respectivas. (6)
Buscaba la notoriedad, pero sin dejar de controlar férreamente hasta el último detalle de sus apariciones públicas, lo que pasaba por el cuidado personal de su indumentaria y aspecto físico –adicta a los cosméticos, como no tuvo ambages en reconocer, ella misma decidía el maquillaje, el peinado, la ropa y los caros complementos que tenía que llevar en cada ocasión, sin el concurso de un asesor de imagen-, la exigencia de las fórmulas de presentación y tratamiento que le agradaban –el nombre Cristina Kirchner, sin el apellido de soltera, y el epíteto de primera dama estaban vetados en sus aforos- y una terca negativa a conceder entrevistas o reportajes, política de comunicación que no difería de la practicada por su esposo. Tanto protagonismo, no tardó en alentar la sospecha de que la inquieta primera dama albergaba ambiciones políticas del más alto calado. (6)
Habitualmente, Fernández se dirigía a su marido como "presidente" o "Kirchner", y no le tuteaba. Con mayor razón, no había manifestaciones de cariño en público, que a ella le parecerían aún más negativas para su imagen política independiente. De todas maneras, Fernández aunaba la triple condición de senadora, primera dama y principal asesora y confidente del presidente, tenía su propio despacho en la Casa Rosada, en frente del de su marido, y se hacía notar en casi todas las reuniones del Gobierno. El dúo marchaba muy bien y ella, en una de sus raras entrevistas, iba a afirmar: "Hemos funcionado simbióticamente desde siempre. Cada uno ejerce su función". (6)
"... En su emocional discurso de lanzamiento, entre vítores de la audiencia pero sin el menor rastro de la vieja estética peronista, Fernández incidió en las "tres construcciones" sobre las que se había basado el Gobierno de Kirchner y que habrían de ser también las bases del suyo, a saber: la "reconstrucción del Estado constitucional democrático", lo que había supuesto dejar atrás el sometimiento del Legislativo a la "presión" del FMI, el poder empresarial corrupto y los militares; la del "modelo de acumulación e inclusión social", que era la "contracara de la economía de transferencia de recursos y riquezas que operó durante el modelo neoliberal de los años noventa"; y la "construcción cultural", para recuperar la "autoestima" perdida, lo que exigiría fuertes inversiones públicas en educación e innovación tecnológica. La candidata cerró su alocución con mensajes de agradecimiento al presidente: "Permítame decirle que a esa autoestima que usted les devolvió a los argentinos también acaba de darle un gesto personal político sin precedentes. No es común en los tiempos que corren, ni en Argentina ni en el mundo, que alguien con más del 70 por ciento de opinión positiva, con más del 50 por ciento de intención de voto, y con las posibilidades de seguir, decida no hacerlo, no es común, no es común". ..." (6)
Debe resolver el largo y acerbo conflicto con el vecino Uruguay por la construcción de una planta papelera en el lado uruguayo del río Paraná que, según el Gobierno argentino, era un peligro para el medio ambiente. (6)
"Subrayó la importancia que el próximo Gobierno pensaba dar a las relaciones internacionales al anunciar una profundización en la "complementación económica" con los países del MERCOSUR y evocar su "sueño" de "imponer la marca Argentina en el mundo, con que nuestros empresarios puedan colocar más y mejor sus productos en el exterior". (6)
Es brava –dicen otras, y hay quien recuerda que en 2005, cuando lanzó su candidatura de senadora virtual por la provincia de Buenos Aires, se enojó porque el cartel del teatro de la Plata decía “Cristina Kirchner”: —No soy Cristina Kirchner. Soy Cristina Fernández de Kirchner o simplemente Cristina. Ténganlo en cuenta la próxima vez –dijo al final de su discurso. (8)
Cristina declara, bajo juramento, poseer 28 propiedades (21 en Río Gallegos, 5 en El Calafate y 2 en la Capital) incluyendo los terrenos fiscales asignados por el intendente Méndez a $ 7,50 el metro cuadrado. Posee también dos Honda, un Civic EX modelo 2001 y un 4x4 CRV modelo 2002. Vive con su salario de 4.893 pesos como senadora y, pobre, no tiene nada en la caja de ahorros ni plata en efectivo. (9)
Capacidad de mando, que sin duda posee, con habilidad para establecer alianzas, algo de lo que parece que carece dado su carácter vehemente. (10)
Sus críticos, que se cuentan por decenas expresan que la irascible platense es una pésima negociadora, incapaz de apagar el rencor cuando se ha encendido. No es buena negociadora, es verdad. En rigor, jamás consideró que esa fuera una función que le correspondiera. Desde sus tiempos de legisladora provincial, siempre se manejó con objetivos bien concreto que tenían la generación de poder como fin primordial, y en ese marco no tenía necesidad de hacer concesiones ni entrar en componendas. Su esposo siempre contó con ella como mascarón de proa para embestir contra sus enemigos, guardándose para sí mismo la función contemporizadora.(11)
Aliensombra
http://www.diarioprovincia.com/generico.php?fuente=elecciones2007/cristina_kirchner_biografia.htm
http://www.cristina.com.ar/cristina.php
http://parlamentario.com/noticia-3470.html
http://www.noticias.uol.com.ar/edicion_1503/nota_00.htm
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-43325-2004-11-08.html
(5) http://www.bitacora.com.uy/noticia_1171_1.html
(6) http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/argentina/cristina_fernandez_de_kirchner
(7) http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3230
(8) http://ar.geocities.com/ciudadanosalerta/kirchner/cristina.html
(9)http://ar.geocities.com/ciudadanosalerta/kirchner/cristina.html
(10)http://www.infolatam.com/entrada.jsp?id=4556
(11)http://www.laondadigital.com/laonda/LaOnda/338/A2.htm